En el entorno laboral, tomar la iniciativa correcta es una habilidad que diferencia a los colaboradores que impulsan el cambio de aquellos que simplemente reaccionan. Sin embargo, no se trata solo de actuar con rapidez o entusiasmo, sino de alinear nuestras acciones con las necesidades del equipo y los objetivos organizacionales. Desde el ámbito de la psicología organizacional, la proactividad estratégica se refiere a identificar oportunidades para mejorar o resolver problemas, actuando de manera anticipada y con un propósito claro. Esta iniciativa no se basa en la improvisación, sino en una evaluación consciente de cuándo y cómo intervenir para generar un impacto positivo. Consideremos a una diseñadora que, al notar que el equipo de desarrollo pierde tiempo en revisiones de última hora, propone una reunión de alineación semanal para anticipar problemas. Su iniciativa no solo demuestra su interés en mejorar procesos, sino que responde directamente a una necesidad concreta. Aqu...