Me estaba preparando un café con la ilusión de que este lunes fuera distinto, cuando abrí el correo y ¡bam! Una oferta laboral que parecía escrita por el mismísimo Leonardo da Vinci versión programador: "Buscamos a alguien que se sepa de memoria todas las instrucciones de C++, Python, Java, JavaScript, y si puede también algo de COBOL, por si acaso. Que no use Google. Que respire código. Que tenga espíritu de compilador." 😅
Se han fijado que a veces los reclutadores creen que los programadores somos como esos libros de bolsillo de los 90: "Todo HTML en 21 días", pero versión viviente. Como si uno tuviera un disco duro en la cabeza y pudiera recitar de memoria cómo se usa std::transform
o las 42 formas de hacer un for
en JavaScript sin pestañear 🦾.
Y claro, uno les dice que usa documentación, que Stack Overflow es como mi segunda casa (a veces más que la primera), y te miran como si estuvieras confesando que copiaste en la PSU. Pero seamos honestos, hasta los creadores de los lenguajes consultan su propia documentación. ¿O me van a decir que Guido van Rossum nunca olvida cómo formatear un f-string
?
Les cuento una cosa: programar no es saberse todo, es saber dónde buscar y cómo razonar. Memorizar sin entender es como aprenderse la carta del restaurante sin haber probado los platos 🍝. No tiene gracia.
Así que la próxima vez que me pidan saber de memoria todas las instrucciones de Python, les voy a decir que sí, pero solo si me pagan por palabra recitada 😂.
⭐ Moraleja express: ser bueno programando no es ser una enciclopedia ambulante, es saber adaptarse, resolver y tener el coraje de decir “no sé, pero lo averiguo”.
Ya bueno, los dejo que tengo que ir a memorizar cómo se prende el hervidor. 🔥 Hasta pronto, pórtense mal.
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