Estaba tratando de arreglar una silla coja con un destornillador y un tenedor, cuando pensé: “esto es exactamente lo que pasa cuando se diseña software sin pensar en DevOps… ¡puro parchazo!” 😅
Les cuento: la arquitectura de software y DevOps no son mundos separados como nos hicieron creer. No es como el gato y el perro. Son más bien como el gato y el láser: si los juntai bien, hacen maravillas 🐱🔴
Se han fijado que cuando diseñamos un sistema sin pensar en su ciclo de vida, el resultado es un Frankenstein funcional pero imposible de mantener. Entonces aparece DevOps, con su mantra de automatización, integración continua y entrega continua (CI/CD), y empieza a sufrir. “¿Cómo despliego esto?”, “¿por qué tengo que reiniciar el servidor a mano?”, “¿quién pensó que 12 servicios comunicándose por FTP era buena idea?”. 😵💫
Pero si desde el principio la arquitectura considera los principios de DevOps, ¡pum! Todo fluye:
🛠️ Modularidad ➜ facilita despliegues independientes.
🎭 Observabilidad ➜ facilita el monitoreo y la reacción ante fallos.
🔐 Seguridad integrada ➜ no es un parche, es parte del diseño.
⚙️ Pipelines pensados como primera clase ➜ se testea desde el día uno.
En otras palabras, el arquitecto diseña con un ojo en el código y el otro en el pipeline. Y eso evita que el equipo de DevOps se convierta en bomberos permanentes.
La arquitectura de software que ignora DevOps es como un auto sin dirección asistida: funciona, pero cada giro te saca un lumbago.
Bueno eso sería todo, voy a buscar un manual de sillas porque sigo cojo. Pórtense mal, pero diseñen para desplegar. 😎🦡💽
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