Estaba tirado en el sillón, comiéndome una empanada fría que encontré en el refrigerador (sin juzgar, por favor), cuando me cayó la iluminación: ¡es feriado entre semana! 🎉 Y no sé ustedes, pero yo declaro este día como patrimonio espiritual de la procrastinación consciente.
Se han fijado que un feriado así, al medio de la semana, es como ese commit
raro que nadie esperaba pero que soluciona todo sin conflicto. De repente, la semana ya no es una muralla de tareas, sino una lomita suave que uno puede bajar rodando en pijama. Hoy el mundo anda más lento, los mails llegan sin fuerza, y los grupos de trabajo están en estado zombi 🧟♂️ con mensajes tipo: "¿lo vemos mañana?" —la frase más hermosa del idioma laboral.
Hoy no quiero productividad. Hoy quiero levantarme tarde, peinarme con la mano (una sola) y mirar el techo mientras pienso en nada. Porque sí, descansar también es un deploy importante. De hecho, uno vuelve con menos bugs emocionales y con mejor performance mental 💆♂️✨.
Así que disfruten esta interrupción del flujo normal. Usen pantuflas. Coman cosas sin horarios. Reinicien el sistema humano con lo que sea que les guste… menos con Excel, por favor.
Bueno eso sería todo, nos vemos cuando el backlog vuelva a gritar y el café vuelva a ser intravenoso. Hoy, por ahora, puro sleep()
con conciencia. 💤🦥
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