Ayer en la tarde estaba abriendo la última cerveza del pack —esa que queda dando vueltas en el refrigerador como si nadie la quisiera, pero que igual cumple— cuando me acordé de todas esas veces que pedí una máquina virtual y me hicieron sentir como si estuviera solicitando una licencia para conducir un transbordador espacial 🚀.
Se han fijado que pedir recursos de infraestructura en algunas empresas es más lento que sacar hora en el consultorio. Correos, tickets, aprobaciones, más correos... y al final te llega una instancia que ni querías. Un clásico.
Por eso, la idea de tener un catálogo autoservicio de infraestructura me parece lo más cercano al paraíso del ingeniero moderno. Imaginen un portal interno donde uno entra, hace un par de clics y ¡zas! Se levanta una VM, un contenedor o un bucket de almacenamiento, todo bonito y estandarizado gracias a IaC por detrás. Como ir al supermercado pero sin tener que hablar con nadie 🛒😎.
Lo clave es:
★ Cada recurso está preconfigurado con buenas prácticas.
★ Se aprovisiona con Terraform o similar, así que hay trazabilidad.
★ Queda todo auditado: qué se pidió, cuándo, por quién y para qué.
★ Y no menos importante: reduce la carga del equipo de infra que ya bastante tiene con mantener el castillo en pie.
Esto transforma a los equipos en autónomos pero responsables. No es “haga lo que quiera”, sino “haga lo que quiera dentro de este carrito de compras con borde de seguridad y etiqueta con precios claros”.
Bueno eso sería todo, nos vemos cuando habiliten la opción de “infraestructura con palta” en el catálogo. ¡Hasta entonces, no abran puertos sin avisar! 🥑🧠💥
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