Me estaba preparando un café de esos que parecen brea recién salida del infierno, cuando se me cayó el filtro dentro del termo... otra vez. Mientras rescataba los restos con una cuchara —y un poco de dignidad—, me acordé de una conversación que tuve ayer con un tipo que juraba que los dinosaurios ayudaban a construir las pirámides. Sí, así como lo oyen. Ahí fue cuando pensé: esto es un caso perfecto de la Ley de Brandolini . Se han fijado que cuando alguien lanza una burrada del porte de un portaaviones, desmentirla toma más energía que construir una represa en el desierto. Bueno, eso es exactamente lo que dice esta ley, también conocida como el Principio de Asimetría de la Tontera (no es el nombre oficial, pero debería serlo): “La cantidad de energía necesaria para refutar una tontera es un orden de magnitud mayor que la necesaria para producirla.” Y tiene razón. Uno puede tirar un "el 5G controla tu mente" en una reunión familiar y, mientras uno saca fuentes, gráficos...
hace como una hora estaba calentando un pan con queso en el hervidor (sí, el microondas está malo y la necesidad es más fuerte), cuando me puse a pensar en lo genial que sería poder probar todo sin miedo a romper nada. Como un laboratorio de locos donde puedes mezclar cosas y si explota, no importa porque al rato desaparece todo. ¡Boom! 🎉💥 Se han fijado que probar cambios directamente en staging —o peor, en producción— es como jugar Jenga borracho. Tarde o temprano algo se cae 😵. Por eso, la idea de tener entornos efímeros automáticos para cada cambio es una bendición tecnológica. Funciona así: ➜ Haces un pull request. ➜ El pipeline detecta el cambio y despliega un entorno completito: infra, app, datos de prueba. ➜ Testean todo, validan, hacen el QA con lujito. ➜ Y cuando aprueban o cierran el PR... puf , se destruye el entorno como castillo de arena después de la marea 🌊🏰. Lo hermoso de esto: ✔️ Reduces el riesgo de errores que solo aparecen en producción (porque sí, sie...