Martín era un ingeniero de software brillante, pero sentía que sus ideas se volvían repetitivas. Un día, un colega le recomendó un libro sobre psicología del comportamiento. Al principio, dudó: "Esto no tiene nada que ver con mi trabajo" , pensó. Pero a medida que avanzaba en la lectura, empezó a encontrar conexiones sorprendentes entre la mente humana y el diseño de productos digitales. Este es un claro ejemplo de pensamiento interdisciplinario , la capacidad de combinar conocimientos de distintas áreas para generar ideas innovadoras. Leer fuera de nuestra especialidad expande la forma en que vemos el mundo, mejora la creatividad y nos da herramientas inesperadas para resolver problemas. Un programador puede aprender sobre storytelling y mejorar su comunicación. Un diseñador gráfico puede beneficiarse de libros de economía para comprender mejor a sus clientes. Un líder de equipo puede leer sobre neurociencia y optimizar la motivación de su equipo. La clave está en la conexió...